martes, 28 de mayo de 2019

La medusa de la barca

El Artista como Medusa

Bernini


El inefable Castro Flórez comentó en ABCD, la obra pictórica, recién expuesta entonces, de Carlos León. Su imbricación con referencias a lo arcaico griego y las Gorgonas es puesto de manifiesto por el crítico desde el comienzo de su artículo. Y casi lo finaliza con lo siguiente: "Es (...) un maestro de la elegancia pictórica que tal vez deseó algún día tener el poder tremendo de la cabeza de la Medusa."




Caravaggio

Últimamente se nos han ido apareciendo varias imágenes que en cierta forma sugieren visiones de artistas como medusas. Monstruos ctónicos en puridad.


Y así hemos imaginado a Maruja Mallo, en celebre fotografía reproducida en exposición no pretérita, posando de esa guisa. (Por cierto, con Pablo Neruda revoloteando a su alrededor).




O a Gordon Matta-Clark en célebre autorretrato.






Postdata:

(AE lo había comentado en su columna)

 No hemos resistido la tentación de recomendarles a ambos

la vivienda perfecta para sus sueños míticos convertidos en piedra.



John Hejduk

'House of the Suicide'





30.11.09  (publicado en Blog CC)



domingo, 26 de mayo de 2019

Ciudad sin atributos

“La ciudad no es un árbol / todo es mentira, todo es mentira…”

Decía un antipoema a propósito de la falta de urbanidad que padecemos y que se ha incubado como un virus en las entrañas de la urbe en que vivimos.

Primero fueron los alcaldes de UCD, neófitos y temerosos de que se les negase el certificado de autenticidad democrática, pero sin ideología urbana, incapaces por ello de detener las posiciones en el desarrollo de la ciudad que los clásicos agentes urbanísticos iban tomando al calor de los pactos de La Moncloa.

Después, los alcaldes del PSOE que, salvo alguna escasa excepción, se dejaron comer la oreja por espurios elementos de novedosa catadura que, aprovechando leyes timoratas, propiciaron un rápido negocio periférico, dejando la ciudad fragmentada, dispersa y sin dotaciones, salvo no-lugares comerciales, atrayendo a la fácil ganancia corrupta a muchos de los propios munícipes.

Y luego, los alcaldes del PP que, eso sí con mayor educación en algunos casos que sus antecesores, se han entregado de lleno a la acción depredadora de los tiburones económicos para sacar adelante específicas operaciones urbanísticas al margen de una idea urbana global, sin que la ciudadanía, en todo caso, reaccione con efectividad política.

Y a partir de ahora, con la coartada de la ciclópea crisis económica, ¿qué?

*Joseph Beuys
Cosmos y Damián, 1974 Tarjeta postal, Edition Klaus Staeck.



jueves, 23 de mayo de 2019

Patologías del presente



“La melancolía es un estado de tristeza insuperable”.

(by google)


En los momentos actuales en los que la crisis económica ha puesto de manifiesto con mayor agudeza las patologías que incuba el presente, limitadas nuestras maneras de ser y nuestros modos de pensar, nuestra vida nos es más ajena que nunca, y ello a pesar de la presunta mejora de la existencia humana mediante el perfeccionamiento de los avances tecnológicos del ahora llamado ‘transhumanismo’ o capacidad humana para trascenderse a sí mismo física y, sobre todo, intelectualmente.
La postmodernidad, que parece progresar adoptando según algunos intelectuales no melancólicos, posiciones más hedonistas y multiflexibles, se ha convertido no obstante en un ‘sistema’, con todas las contradicciones inherentes al mismo. Y aunque es difícil mantener una crítica sobre un sistema si es el propio sistema quien regula las herramientas para la crítica, contra la postmoderna hegemonía del relativismo que, socavando los cimientos de la racionalidad, formulando la desconexión de los diferentes juegos del lenguaje y potenciando la jerga tecnocrática y la anemia léxica, neutraliza la posibilidad de pensar, puede plantearse un nuevo interés por la razón, que debe entenderse en nuestros días, epistemológicamente, más mediatizada e imbricada en las circunstancias sociales y culturales, más transversal en suma, para, partiendo de esas modernas ‘impurezas’, comenzar a proponer una terapéutica frente a estas patologías del tiempo presente, dada la sintomatología que manifiestan independientemente de su etiología:

-          Pérdida de valores y profusión de fundamentalismos.
-          Dependencia  abusiva de los nuevos avances tecnocientíficos.
-          Corrupción de los discursos que desemboca en el descrédito de lo político.
-          Desmoralización social por preeminencia de la frivolidad ética.
-          Estatalización de la vida.
-          Banalización de los códigos culturales.