Nota bene sobre Wittgenstein:
Aunque Wittgenstein
deseaba una filosofía 'compuesta enteramente de chistes', Rosset admiraría
en el austríaco [ver el post-scriptum] su extraordinaria resistencia
a la evidencia, a la evidencia aparente que aparece tan evidente que no se
podría poner en duda.
Si el filósofo, dice Rosset, es
aquel que se asombra de todo y duda de todo, como Sócrates que detiene a los
paseantes para preguntar por ejemplo al juez si sabe lo que es lo justo,
Wittgenstein sería de los que tropieza con los problemas más simples, aquellos
cuya enunciación parece contener de antemano una respuesta. En Wittgenstein,
todas las respuestas serían puestas en duda y ninguna cuestión sería
verdaderamente resuelta. Es la evidencia misma la que ya no encontraría lugar en
el edificio filosófico.
Wittgenstein, según Rosset, a
partir del momento en que una proposición parece evidente, se interrogaría
sobre su sentido y se daría cuenta de que este sentido no se explica en
absoluto por el hecho de que esta proposición vehicularía simplemente una
verdad evidente. La prueba es que siempre logra imaginar un caso en el que la
proposición más manifiestamente verdadera deja de ser válida tras haber
imaginado un contraejemplo o haberla llevado a una situación absurda. Pero esa afinidad
de Wittgenstein con el razonamiento lógico o matemático estima Rosset que estaría
al servicio de la filosofía, al servicio de la lucha filosófica contra las
falsas evidencias, contra el conjunto de las proposiciones razonablemente
enunciables. Pues no habría evidencia que no fuese sostenida por un lenguaje
que la expresase y este lenguaje siempre causaría problemas. Cualquiera que fuese
la proposición contemplada, Wittgenstein le opondría el problema de la significación en general. El lenguaje es nuestra
herramienta cotidiana, sabemos más o menos cómo procede en cada caso, pero
ignoramos lo que lo hace funcionar en general pero, a la vez, que no logremos
comprenderlo. Hablar sin comprender, entonces, sería la paradoja central del
pensamiento de Wittgenstein, de acuerdo con Rosset.
Wittgenstein demostraría con
los usos que se hacen del lenguaje su existencia, pero no demostraría en qué
consiste el lenguaje y cómo puede definirse. O más bien, considera Rosset, que
tendería a establecer que para el hombre no hay comprensión del lenguaje. Porque
el lenguaje se confundiría con su propio funcionamiento y escondería allí su
secreto. Lo que se expresaría en el lenguaje sería un pensamiento general y
colectivo más bien, pero no expresaría una verdad análoga a las demás verdades.
Es por ello que podemos conocer tal o cual verdad, pero no la verdad, y
aún menos el sentido único que elucidaría lo que hay de verdadero en todas las
proposiciones diferentes. Pues hay tantos sentidos como verdades expresables y
proposiciones para enunciarlas.
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