domingo, 12 de febrero de 2012

Pequeños anuncios

"Cerrado por reformas"

Debido a más implantes (e implementaciones) de titanio 
que en la fachada del Guggenheim, 
este Blog y sus aledaños de Twitter y Facebook 
se mantendrán asilados por tiempo no especificado.

Por favor, permanezcan a la escucha.


[Les dejamos, gracias a Roxana, con la voz de un hada madrina a la que pedimos que nos abandone en este trance:
Wislawa Szymborska.

Se buscan personas
para llorar
por los ancianos que en los asilos
mueren. Sírvanse
presentarse sin referencias
ni solicitudes por escrito.
Los papeles serán destruidos sin acuse de recibo.
Cualquiera que conozca el paradero
de la compasión (fantasía del alma)
-¡que avise! ¡que avise!
Que lo cante a voz en grito
y baile como si perdiera la razón
jubiloso bajo el frágil sauce       
eternamente a punto de echarse a llorar.
Enseño a callar
en un idioma cualquiera
por el método de contemplar
el cielo estrellado,
las quijadas del sinantropus,
el salto del saltamontes,
las uñas del recién nacido,
el plancton,
el copo de nieve.
Devuelvo al amor.
¡Atención! ¡Ganga!
En la hierba de antaño,
bañados al sol hasta el cuello
mientras baila el viento
(maestro bailarín de
vuestros cabellos).
Ofertas a "sueño".

Pequeños anuncios
(Traducción:  Elzbieta Bortkie­wicz)]

domingo, 5 de febrero de 2012

El argonauta de las sensaciones verdaderas

Así denominó Jaime Siles a Alberto Caeiro (el único heterónimo de F. P. que no escribió en prosa), en su reseña en ABC de su libro publicado por Abada.

 José de Almada Negreiros - Alberto Caeiro 
(detalle de la fachada de la Facultad de Letras de Lisboa)

No recogeremos a Caeiro aquí por el tópico de que utilizó un lenguaje estético directo, concreto y simple, pero aun así bastante complejo desde el punto de vista reflexivo, sino por su condición de navegante lúcido y realista.

Véase la muestra que siempre hemos hecho nuestra y más en estos tiempos de tribulación:

"El único sentido íntimo de las cosas/
es que no tienen sentido íntimo alguno".