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El contexto de Postone y su La
lógica del antisemitismo ha sido clarificado por Bodo Schulze, en su presentación de ese texto en la revista Temps
Critiques [*].
Ante la enormidad del hecho de la destrucción de los judíos de
Europa, escribe Schulze, el ciudadano recurre a una explicación tranquilizadora
apartando Auschwitz de su historia, porque Auschwitz escaparía a la razón.
Y recuerda que desde hace décadas, esa extendida forma de
aprehender la historia reciente había sido defendida por historiadores ‘funcionalistas’
como M. Broszat. Dividir la historia en dos, por una parte, el acontecimiento
del holocausto y por otra, los otros procesos sociales en la época nazi que
permitan historiarlos. Sin embargo, como alegó S. Friedländer en contra, al
intentar tratar la época nacionalsocialista como cualquier otra época
histórica, se difuminaría su rasgo característico, el advenimiento de las
condiciones políticas que permitían que el antisemitismo y la higiene racial se
hicieran realidad. No obstante, este historiador capituló al conceder que,
aunque se conozca la secuencia de los acontecimientos y su interacción
probable, la dinámica profunda del fenómeno se nos escaparía.
Para salir de ese punto muerto es necesario interrogarse sobre
el fundamento conceptual de esa visión dualista de la historia. La historia se habría
desmenuzado en pequeñas historias nacionales que serían comparadas para extraer
lo que les es común, el concepto de ‘modernización’. Los historiadores se
colocarían, así, del lado de los vencedores de la historia, que han tenido
mucho interés en hacer olvidar el sufrimiento de aquellos que soportaron la
violencia de la supuesta modernización.
Pero Auschwitz, insiste Schulze, es un salto cualitativo. Dada
la evidente afuncionalidad de la destrucción de los judíos de Europa, Auschwitz
no serviría para nada. Y ahí habría una contradicción, en la práctica, de la
primera ley capitalista, principio de la racionalidad instrumental. Ya que en el
orden de cosas capitalista, sólo puede pasar por racional lo que es útil.
El antisemitismo no se alzó contra el judío concreto porque le
considere como un contrincante en el mercado de trabajo. Ataca al ‘Judío’, una
abstracción que forma pareja con la abstracción nacional, recuerda Schulze.
Aniquilar a los que personifican una abstracción maléfica se convierte en algo
de primera importancia e incluso en contra de intereses concretos. En el orden
de la razón instrumental, esa forma de actuar aparece como ‘irracional’ porque
no se vislumbra ningún objetivo tangible distinto de la destrucción de los
judíos. La relación entre medio y fin ha desaparecido. Los judíos son
aniquilados como personificación de una abstracción que se ‘inventa’ el
antisemita.
Toda la cuestión consiste entonces en saber de qué modo la
visión antisemita del mundo pudo nacer de un mundo capitalista que se
enorgullecía de obedecer a la racionalidad instrumental. Pero puesto que la
racionalidad instrumental no es capaz de explicar la ideología antisemita –aquí
se encuentra, según Schulze, la razón metodológica del fracaso de Friedländer–,
lo importante será exponer el encadenamiento conceptual que desde categorías
fundamentales de la sociedad capitalista asciende hasta la antirracionalidad
antisemita. Y ésa ha sido la tarea de Postone.
Como ya hemos visto, ampliando la teoría crítica de la sociedad,
Postone insiste en el hecho de que El
Capital crítica una cierta forma social de la actividad humana, de la
economía y de la ideología, de la falsa sociedad y del pensamiento fetichista
que ésta engendra. Y evidencia que la ‘modernidad’ no es tan racional como
pretende. La mercancía no es sólo una cosa concreta que posee valor de uso,
sino que comporta igualmente ‘valor’, una dimensión abstracta. Postone
demuestra que el antisemitismo nace del modo en que se manifiestan esos dos
aspectos de la mercancía y puede entenderse como una revuelta –no contra la ‘modernidad’
sino contra la abstracción fenomenológica–, como una revuelta ‘anticapitalista’
que, en lugar de acabar con la sociedad capitalista, desemboca en la fría
destrucción de los judíos.
[*] También en dicha revista en octubre de 1990, Schulze fue
autor del artículo, del que trataremos después en estas páginas, ‘De la question antisémite’.
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