viernes, 9 de enero de 2015

Distancias [y II].

[by Google]

2)

En la cultura de la falta de respeto y la indiscreción genuinas de la comunicación digital, las shitstorms ('tormentas de mierda') son posibles. La comunicación digital hace posible un transporte inmediato del afecto. Ya que ella transporta más afectos que la comunicación analógica.

El respeto como medio de comunicación ejerce un efecto semejante al del poder. La persona respetable incluso es imitada como modelo. El respeto impone distancia. A una persona de respeto no la cubrimos con una shitstorm. Tanto  el poder como el respeto ejercen un efecto de distanciamiento. La shitstorm indicaría que vivimos en una sociedad sin respeto recíproco.

La comunicación del poder no es dialogística, explica Han. El poder es una relación asimétrica. Y el respeto no es por definición una relación asimétrica. También es posible un respeto recíproco, que se basa en una relación simétrica. El tejido digital favorece la comunicación simétrica. Cada uno es emisor y receptor, consumidor y productor a la vez. Esa simetría es perjudicial al poder. El reflujo comunicativo destruye el orden del poder.

El poder como medio de comunicación se cuida de que ésta fluya veloz en una dirección. La comunicación del poder intenta reducir considerablemente el barullo y el ruido, es decir, la entropía comunicativa. Por ello el barullo o el ruido sería una referencia acústica de la incipiente descomposición del poder.

Según Carl Schmitt, era soberano el que decidía sobre el estado de excepción. Ahora es soberano el que tiene la capacidad de engendrar un silencio absoluto, de eliminar todo ruido, callar a todos de golpe.

Como también la shitstorm constituye un ruido comunicativo, después de la revolución digital, dice Han, tendríamos que redactar la frase de Schmitt de nuevo: “es soberano el que dispone sobre las shitstorms de la red”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario