En
Benjamin, la ‘traición de los intelectuales’ radica en el servilismo con el que
se imponen a sí mismos prejuicios y estados de ánimo. Este conformismo
intelectual, la concomitante actitud derrotista-defensiva son precondiciones
para la formación y diseminación discursiva del nacionalismo y el racismo, del
imperialismo y el fascismo, escribe Raunig.
Los
intelectuales deben abandonar sus lugares seguros, su publicidad y visibilidad
desde las cuales creían poder emitir críticas universales. Deben desarrollar
nuevos modos de comportamiento que alteren las situaciones de clase y hagan
cambiar las relaciones.
DECIMOSEGUNDA.
La
inteligencia revolucionaria y el arte político, en este momento, tienen no sólo
a su cargo la tarea ‘destructiva’. Se convierten en obstinados componentes del
intelecto transversal, activistas artístico-políticos.
Refuncionalizar,
socializar, organizar, esta es la cuestión.
Lo
que importa entonces es que las prácticas actuales de arte político generen
propuestas para refuncionalizar las formas hegemónicas de producción de arte y
de conocimiento.
Ya
no es cuestión, agrega Raunig, de transformar la función de los géneros
artísticos existentes, sino recomponer políticamente los nuevos modos de
producción y de comportamiento mediante una cooperación distribuida, activando su
potencial.
Lo
que importa es que el arte político promueva la socialización de los medios in/materiales
de producción. La producción del común, contra la división privatizadora de los
espacios y las instituciones. Igualmente, lo que importa es que el arte
político encuentre nuevos caminos para que quienes actúan en el campo cultural
se organicen en el proceso de producción.
En
lugar de organizarse jerárquicamente, el medio maquínico se organiza a sí mismo
con la ayuda de formas de organización transversales. Movimiento que consiste
en un medio sin mediación, en un medio sin fin también del arte político.
Vide: [*] La maquínica del arte político. Gerald Raunig. Ed. Consonni. Bilbao, 2014.
[**] El
autor como productor. Walter Benjamin. Ed. Itaca.
México, 2004.
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