Destrucción inteligente.
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Históricamente,
el ‘arte de la guerra’ conectaba con las geometrías de los muros de las
ciudades, su ruptura significaba la destrucción de su soberanía.
Por
su parte, el combate urbano contemporáneo se centra cada vez más en métodos de
transgresión de las limitaciones representadas por los muros domésticos,
derrumbar elementos constructivos y atravesar las paredes.
Hay,
pues, referencia a Bataille y su
deseo y necesidad de enfrentarse a la arquitectura: para desmantelar el
racionalismo rígido de un orden de posguerra.
Otras
referencias son las prácticas situacionistas [Debord] de la derive
(vagar a través de diferentes ambientes de la ciudad, espacio psicogeográfico) y el détournement
(adaptación de edificios a usos más allá de aquellos para los que fueron
diseñados). Estrategias de oposición contra la construcción jerarquizada de las
ciudades capitalistas. Su objetivo era demoler las distinciones entre lo
público y lo privado, interior y exterior, uso y función, y remplazarlas por
una superficie fluida, volátil y sin límites, a través de la cual el movimiento
fuera imprevisible.
Pero
las técnicas para atravesar paredes recuerdan mejor, el ‘desmoronar los muros’
del artista Gordon Matta-Clark y su
transformación y desmantelamiento virtual de edificios abandonados [Building Cuts]. Su técnica de
anarquitectura (arquitectura anárquica) podría interpretarse como una tentativa
de subversión del orden represivo del espacio doméstico, y del poder y la
jerarquía que éste encarna.
Tácticas,
en suma, destinadas a transgredir el ‘orden burgués’ establecido de la ciudad
como un orden planeado y deliberado, en el que el elemento arquitectónico del
muro, proyectado como barrera sólida y fija, aparecía como encarnación del
orden y la represión sociopolítica.
Los
muros funcionan no sólo como barreras físicas, sino también como dispositivos
de exclusión tanto de lo visual como de lo auditivo y han proporcionado, desde
el siglo XVIII, la infraestructura material para la construcción de la
privacidad y de la subjetividad burguesas [Evans,
Robin (2005).- Traducciones. Ed.
Pre-Textos. Valencia]. Si los muros intentan contener la entropía natural de lo
urbano, romperlos supondría liberar nuevas formas políticas y sociales. En todo
caso es el poder represivo de la ciudad capitalista lo que debe ser subvertido.
La
interpretación de Hannah Arendt del
dominio político en la ciudad clásica concordaría con la equiparación de los
muros con la ley y el orden. La dimensión política queda garantizada por dos
tipos de muros: el muro que rodea la ciudad que define la zona de lo político;
y los muros que separan el espacio privado del espacio público, garantizando la
autonomía de la dimensión doméstica.
Vincular
las nociones de ley y muro recuerda la semejanza y la coordinación del
entramado arquitectónico y del legal. El desmoronamiento del muro se convierte
invariablemente en el derrumbe de la ley.
La
práctica militar de ‘atravesar las paredes’ relaciona las propiedades físicas
de la construcción con la sintaxis, los órdenes arquitectónicos con los
sociales y políticos. Con un muro que ya no es sólido, ni física ni
conceptualmente o que ya no es legalmente impenetrable, la sintaxis espacial y
funcional creada por aquél desaparece.
Los
agujeros en el muro físico, visual y conceptual abren nuevos dominios al poder
político y trazan un nuevo 'estado de excepción'. “Desde los campos de concentración –dice Agamben- ciudad y casa se han
hecho indiscernibles”.
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El
poder siempre ha encontrado maneras de utilizar teorías y metodologías
concebidas en otros campos. Advierte Marcuse
que, con la integración creciente entre los diferentes aspectos de la sociedad,
a partir de la segunda mitad del siglo XX, el rechazo y la crítica radical
pueden ser igualmente subsumidos e integrados estratégicamente como un
instrumento al servicio de la hegemonía del poder. La función táctica de la
teoría está en el nivel en el que influye en las estrategias.
Así,
la guerra ya no versa sobre la destrucción del espacio, sino, más bien, sobre
su reorganización mediante ‘la geometría inversa’, teoría concebida para darle
la ’vuelta a la ciudad’, reestructurando sus espacios públicos y privados. Pero
sometiéndola a una constante transgresión como consecuencia del ir y venir a través
de sus muros.
Como
se ha indicado más arriba, la ciudad no es ya simplemente el lugar de la
guerra, sino su medio y, en último término, su aparato.
* * *
Weizman, Eyal (2012).- A través de los muros. Ed. Errata naturae. Madrid.
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